miércoles, 4 de diciembre de 2013

para no comentar

Buenas noches.
Solamente dos cosas, muy puntuales y breves.
La primera de ellas es la referencia a las concertinas. Indefendible la utilización de unas cuchillas adosadas a una valla en la frontera sur que dicen que es para evitar la inmigración ilegal. Esa contención pasiva no será en ningún caso limitación alguna, puesto que vienen de un mundo en el que no existe otro recurso y tras pasar penalidades que no podemos ni imaginar no se detendrán por unas lesiones unos seres humanos que únicamente viven para cumplir su objetivo, una vida mejor y no una muerte segura en su país de origen. De todas formas, y por comentario jocoso, aunque no creo que muy desacertado, esas concertinas está pensando el gobierno en utilizarlas también en la frontera norte con Francia, para evitar la fuga de cerebros y de personas que buscan algo mejor que lo que nos ofrece esta situación socioeconómica.
La segunda se refiere a la nueva legislación laboral, con la facultad de las empresas, llamémosles jefes, para reducir drásticamente el sueldo y las condiciones laborales de los empleados. Las grandes empresas rebajan salarios indiscriminadamente, la administración reduce las nóminas de sus empleados (yo como afectado lo noto y mucho) con lo que el poder adquisitivo de la gente en general se merma en forma de precipicios. Pero atendiendo a esto, hay que hacer notar que los políticos son nuestros empleados, a quienes hemos contratado laboralmente por cuatro años para que defiendan nuestros intereses. Por tanto, ¿ no sería acertado que la población general, llámese vulgo, reduzca sus sueldos, complementos y prebendas que poseen como sus jefes que somos?

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